La huida del mundo real

Blog de poesía y política

3.19.2004

La buena educación





La acabo de ver. Bien. Mejor que nunca, mejorando como últimamente. Muy bien trabajada, pensada, hecha.

Almodóvar es un dios, es un genio y él lo sabe. Me encanta su petulancia, su arojo, su espalda al público.

Ya en el escaño de los semidioses, con dos Oscars en sus brazos, su talante se aburguesa por momentos, pocos, eso si. La mala educación es una comedia-thriller que se basa en hechos reales (o si no, no eniendo el final); la lágrima no se escurre en ningún momento, más bien la risa es el arma que aflora todo el tiempo entre diálogo y diálogo. Este revival de la risa en Almodóvar no es gratuito, lo parece, pero ese es el delicado trabajo que viene labrando desde hace ya varios años y arranca con La flor de mi secreto, cuando decide hacer un cine dramático (¿?), y le empieza a meter el diente al género melodramáico que tras una larga y tortuosa carrera (Carne trémula, La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre...), termina con lo que he visto hoy. Me parece que desde Todo Sobre mi Madre, el director encuentra una técnica específica para contar lo que quiere contar y esta técnica, precisamente tiene que ver con otras pequeñas técnicas de realización, que intenta fijar y limpiar de manera milimétrica; así, llega con Hable con Ella a un momento de cuidadosísima narración personal sobre lo que quiere contar, precisamente porque no está sobre el problema semántico de su discurso, sino sobre la semiótica, para convertirla en un gran problema a resolver, lo resuelve. Hable con ella es sin duda un intenso filme que narra en clave de melodrama, una historia sobre la violación, el amor y la soledad. Con ciertos guiños muy generalistas y del orden de la poética personal pero universal, Almodóvar nos entrega un producto demasiado trscendente para su público acostumbrado a la gracia del travestón literario que nos acostumbró desde La ley del deseo (Carmen Maura), hasta Todo sobre mi madre (Antonia San Juan) y a toda la caterva de ocurrencias del mundo de marikitilandia que la sociedad normalizó bajo el término de Almodovarianos.


Tras este panorama y con los dos oscars mencionados, Almodóvar regresa a un mometo "ley del deseo" y se despega de la voluntad de conmover para dejar escapar su sentido del humor años 80's y como es un hombre inteligente además de sensible, escribe una historia donde el mismo hace un viaje a los 80's (que pertinente contar ahora una historia de los 80's, no? solo hay que fijarse los escaparates de las calles y los pelos de los chicos que caminan por Chueca!!) construyendo una suerte de meta-historia, meta-cinematográfica, él regresando a una poética suya de esa época y la propia película haciendo lo mismo... la gente del madrid de 2004, hace lo propio: los 80's esán en revival.


No es que sea más superficial esta última creación, es que es un poco más comercial y menos complicada (¿?), la trascendencia del texto se escabulle entre las risas y los pelucones de Gael García Bernal y la gente no se da cuenta que ya tiene las palabras dentro. El director habla del contructo educativo (que deconstruye libertades armando personalidades de bien); de la iglesia católica, que enarbola una bandera que es demasiado pesada para sus brazos y que sus ovejas no debieran sostener por coherencia; habla de la pederastía y lo hace desde un lugar tan sensible que yo he salido del cine con otra visión del amor platónico y aquí la pregunta del millón (de besos, porsupuesto): ¿Es edificante la postura del director en relación con la pederastía o es más importante una otra cosa sobre la forma de educación de la que habla?

Fele está fantástico. Cámara es un bocado de dios griego.

Un dato curioso: casi ninguna mujer. Una película de hombres (¿?), Marie Lourties reflexionará sobre esta especie de ejercicio de objetizar a estos hombres y darlos al deseo de su director.

En general, la película es una delicia femenina!


:: León Sierra huyó a las, 19:58

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