La huida del mundo real

Blog de poesía y política

4.20.2004

LA MARYLIN DOMINATRIX (y sus hijas...)


ó la Marylin de Catalunya, según se mire... El finde tuvo abatimiento y risas, sinceramente he pasado página de las cosas aburridas del finde semana y me he quedado con lo más divertido y es que Eugenio hizo amistad por Internet con un chico de Barna y éste se presentó en Madrid con dos amigos más. Tomamos un Café en la troje y luego cenamos en el Rincón de Pelayo (y es que marikitilandia se impone siempre, a mi ya me está cansando un poco) y no haré mucho comentario de la cena ya que ocurrió un cierto accidente culinario (más bien higiénico) que no quiero mencionar por no hacer mala publicidad al sitio, simplemente, me voy a percatar nuevamente bien la siguiente vez para desaconsejar su visita o para flagelarme por bocazas. El tema es que con I. nos caímos mal desde el principio y es que ese aire de moderna-pija-intelectuala catalana no pasaba ni con jabón. Pese a lo que prometía, la conversación no tuvo demasiado interés ni este chico aportó nada nuevo desde su tercer año de Filosofía en alguna universidad de Barna, más bien se dedicó a observar nuestro comportamiento y con un cierto aire post-depresivo-retro-aristocrático empezó a cagarla cuando arrancó a frivolizar la charla con el inoportunísimo comentario de que en Madrid tenemos un look de nuevos ricos que nos pierden las marcas...! y que en Barcelona, aún sin enseñar marcas, su estilo es más glamuroso, "tipo Antonio Miró"! porque Barna era más cosmopolita... en fin... A mí, Barcelona me parece una ciudad hermosa, inquietante y con una velocidad muy diferente a la de Madrid, el mar, la cercanía con Francia, el idioma, la vuelve diferente, exótica... caminas por sus calles y auque hay cosas que te remiten a España, es como si te sintieras en otro país, pero de ahí a que sea más cosmopolita que Madrid, huelga un buen trecho! Y en este punto abandono y doy por perdida la discusión porque dos ciudades tan bonitas no deben prestarse para palabras de tan baja calaña. El caso es que mientras decidíamos ir o a un chino o a un kebab (por las economías de todos), las catalanas y en particular I., nos sugieren que a algo menos que a un VIPS ellas no pisaban en un día sábado de salida nocturna... Eugenio y Lucho pensaron que lo mejor era ir donde terminamos cenando por la relación calidad-precio (y todo hay que decirlo, por su militancia de burgayses que tienen, que sino cenan en un sitio gay un sábado por la noche, pues parece que se reconvierten a la secta heterosexuala)... Bueno, hechos al dolor, los demás fuimos; después de fruncir el ceño con toda la lista de platos del menú de 12€, las otras dos catalanitas optaron por algo, no sin antes consultarlo con I. y es aquí donde Lucho y yo pusimos un ojo y señal de que algo raro ocurría con su comportamiento: I. las dominaba!
Al final de la cena, otro chico from Barselona, llamaba al móvil de I. para comunicarle su arribo a la ciudad gata. I. entró en cólera, se puso rojo y salió despavorido en su búsqueda no sin antes decidir qué postre les convenía a sus hijas (las otras dos), y fue en ese instante cuando Lucho aprovechó un descuido de la afila da lengua de I. cuando se auto-describía como alto y rubio (juas!, apenas subía un tono del castaño oscuro), para apodarlo MARYLIN, LA MÁRYLIN DE CATALUNYA, a lo que yo incorporé en apellido DOMINATRIX, por la forma en la que dirigía la conducta de sus hijas (los otros dos)... de ahí en adelante todo fueron risas. Imaginaos la cantidad de analogías posibles: Marylin Dominatrix y sus hijos (a lo Bertold Brecht) y un sin fin de afiladísimos motes que nos resarcieron de aquel vapuleo pseudo-aristocrático con el que nos amilanó el mozo en cuestión...
Lucho es un inmejorable amigo peruano y una de sus virtudes (que tiene muchas, entre las que se cuenta que es un varón piadoso...), es un humor negro, negrísimo. Ha rebautizado a casi todos en el grupo de amigos y sus alrededores y quizá la utilización del femenino en lo coloquial ya haya pasado a ser una historia de los 80’s, aún así él es como un relicario de cómo éramos. Sus creaciones son tan enrevesadas que merece una pequeña lista (ojo, que todos son hombres):

La histérica (un antiguo ex de su actual pareja)
La perra de Móstoles (otro)
La croquetita (uno pequeño y gordito)
La Juanja de Iberia (un azafato)
La pepelú (José Luis)
La muñeca pelona (un chico con poco pelo y con las pestañas rizadas)
La Juanji (Juanjo)
La pepi (José)
La chusi (Jesús)
La kinder (un chico que tiene una huevería)
La marica (cualquiera)


Yo no se si está bien o mal (y aquí ya empiezo a dudar de mi propia reflexión, por cristiana) esto del trato femenino en un hombre... lo que si se (y esto le gustaría a Lacan) es que el humor ha desatado la utilización del femenino genérico, de una manera libre, libérrima... o no? que os parece?


:: León Sierra huyó a las, 06:25

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