La huida del mundo real

Ayer y antes de ayer, de chofer de mi amigo Opi. Resulta que en su último viaje a Barna, estaba haciendo el tonto con un amigo, jugando a hacer pulso y ejerció tanta fuerza en el brazo izquierdo que sus músculos trocearon, literalmente, en cuatro pedazos su húmero. Si, si... mal rollo, encima mucho peor para él ya que trabaja como manipulador de los guiñoles del Canal Plus, de hecho estaba en Barna para hacer el programa desde el recientemente inaugurado Forum de las Culturas (o más comúnmente llamado, de cómo especular con el suelo ya que el Euro nos ha puesto de moda a la inmobiliaria como baluarte de la especulación). Nada, que como su coche tiene que pasar la ITV, ayer, pues, nos disponíamos por la M-30 a 90 Km/h cuando, riiing-riiing...
Y Opi que coge esa llamada de mi teléfono (qué risas), era Mr A...
- Que yo quien soy? Soy Opi. Que, qué significa? Pues Opi significa Operada Profundamente e Independiente... Y tu quien eres? Mr. A? Vaya, encantado... mira es que León no puede ponerse porque está conduciendo y bla, bla, bla...
Que risas! Me encanta Opi (no, no son iniciales de nada, es su apellido materno, así lo llamaban desde el cole porque tiene un nombre y un apellido que se considera muy general, como si dijéramos Pepito Pérez, casi...), puede reírse de lo que le está pasando y reírse de sí mismo con mucha facilidad, luego da mucho juego para el humor negro, una especialidad mía... en fin, una vez, que vino de vacaciones al Ecuador, que le invité, me acuerdo que hablando de nombres, el decía que le encantaba un nombre de mujer: Doris y yo rematé sugiriéndole que se cambie de nombre, que sonaba muy bien, Doris Opi... aceptó entre risas, le encantó. Lo de Operada Profundamente es absoluta verdad, los cuatro trocitos del húmero están soldándose ahora entre dos placas de acero quirúrgico y varios clavitos, recubiertos por una escayola (en Puertorriqueño: yyyyyéso!) que se la colocaron en una operación que duró cuatro horas... la recuperación es muy favorable aunque, le ha salido una soriasis en la mano, pero es más por los nervios, pienso.
Todo este hablar en femenino, recuerdo que alguna vez ya lo mencioné, nos lo tomamos de manera más que divertida, casi políticamente incorrecta en una sociedad donde hay que guardar ciertas formas y elementos aprehendidos en la representación del personaje que nos han dicho que somos y que debemos ser; una cultura de la represión y los modos mediante los cuales debemos comerciar en sociedad, etiqueta de boda real financiada por nuestro propio banco afectivo, donde los únicos fondos que podemos tener son los que la iglesia, la sociedad burguesa y la propiedad privada invierten, los únicos valores que estamos en condiciones de usar son los valores del poder, falócrata y vergocentrado: el hombrecito, bien hombrecito, nada de lágrimas... y detrás de ese nada de lágrimas, nada de nada...! Hasta que llega Jean Paul Gaultier y diseña una línea de maquillaje para hombres que se está vendiendo como churros en el Corte Inglés. El poder marca cuándo y cómo actuar para ser, yo me niego a ser una marioneta.