La huida del mundo real

Todo este tiempo he estado olvidándome en decisiones corruptas y necias; mis manos han sido hueco fugaz y necesidad, mis huesos tiemblan todavía y mi razón cura estas torpezas poco a poco. Todo este tiempo, y todo el tiempo en que pienso en todo este tiempo, he estado esperando por ti, sigo esperando por ti. Lleno de errores mi tiempo ha sido un buscarte permanentemente entre las nubes meticulosas, entre las canciones imposibles, en los libros memorables, en los poemas dolientes y en los desayunos tristes. Tu imagen no cesa de transformarse, el camaleón se da vuelta y sueña un poco, es un dibujo de piedra, labrando el boceto de mañana, el precio del futuro.

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