La huida del mundo real

En la esquina absurda del obtuso triángulo tengo dos vectores que tiran de mi deseo, su tensión se agiganta con el pasar del tiempo y se alimenta con la información cotidiana que resulta más y más inoportuna. La imposibilidad, el error, los hechos consumados, el amor (¿?), son pequeños accidentes geográficos que tiñen este paisaje loco que es pensar en ti. Tu cama real, revuelta de noche, tiene un sabor que no he querido imaginarme y que de repente ha aparecido ante mis ojos; tu cama imaginaria, la que te gustaría compartir conmigo, y que sabes que ni estando loco rehusaría, es un espacio blanco donde grabaría cada milímetro de tu piel en mi cerebro para reproducírmelo siempre, siempre, siempre...!
En tus noches de pasión cabalgo como loco en una huida acariciada de demencia, espuma y azul. Tu sexo real acompañado de tu sexo imaginario me dan las palizas más grandes jamás disfrutadas. ¿Será por eso que por las mañanas me levanto con dolor de espalda?

Etiquetas: Poesía