La huida del mundo real

después del shot

me he desplomado en la cama
y mi mirada
ha disparado una ciudad gris y azulada que se enlluvia de afán;
mi mirada,
la pura,
la pérfida atenazadora de errores,
la que se posó en una vía que lleva al lugar contrario,
la que me enlaza con tu aliento,
la culpable;
me he parado frente al amenazante y cruel espejo
y me he matado a mi mismo:
mientras caigo nuevamente,
como antes,
como siempre que caigo;
cuando siento que me desdoblo en música horizontal
y los estertores
de un algo innombrable
me transforman en arcadas
y esfuerzos sudorosos que terminan por lagrimar
y se implican en mí.

tu sed, la incomprensión, el atajo al emborronamiento.