La huida del mundo real

Blog de poesía y política

1.17.2006

Romance imperfecto

Ya lo presentía:
Cabezo Buenavista,
el fulgor de la epopeya,
arcos de flores difusas
en las arañadas venas.
Piel y arbitraje en Torrero
demorándose,
alargándose
por el Canal Imperial:
Sobre todas las cabezas
plantaron ellos su torre:
Torre de Piedra;
el sintagma que te nombra,
santo de pérdidas
te debate la persona.
Tu nombre no, Antonio;
tu nombre,
como perfume de barrio
tiene ropaje furioso,
se contonea en Movera,
ya acaricia Casetas
para bañarse arrogante
en las aguas de ese Ebro
que dividió los ejércitos
para palidecer luego
flejando los anhelos
de enladrillados torreones,
de campanas a Venecia;
Actur al frente dispara
pajaritos como estelas
que darán corriente a las almas
que habitasen la Bozada.

Tú dirás, qué demencias son éstas
de este chico a quien yo quiero
pero mis palabras se quedan
jugueteando entre parcelas
de esa Zaragoza madre
con nombres de Barrio
y de Piedra.
Mientras, recuerdas cariño,
nuestros pasos de vereda
nos hicieron amar luego
el momento de tiniebla
mutado en hechizo blanco
en una calle morena;
allí, besando tus labios
tu ciudad, mi ciudad era.

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:: León Sierra huyó a las, 19:26

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