La huida del mundo real

desaparecidos todos,
inhabitados y corruptos,
nuestros cuerpos se cansan.

las masas sin nombre
se arremolinan en los fallos del big-bang,
todo el capital se arredra entre cariátides marmóreas
y ocasionados, entre palabras, confundidos y sin padre,
nos hemos visto:
las manos caídas,
los brazos migrados de suciedad ajena
de país loco,
de golosina antigua;
nos vemos borrachos,
nos vemos perdidos,
apuntando certeros a esa pregunta
que pregunta inexacta;
empeñados y ansiosos,
desprovistos de discurso,
nos prostituimos abiertos, obscenos y abatidos.

son vértigos de droga inerte que nos pierden las pupilas,
es imagen ácida de humo entre pulmones,
es colapso de deseo entrando por las venas,
enajenando el afecto,
desdibujándonos la vista.

la visión periférica del mundo,
con espasmos de barbarie
destila de tus dientes,
hermano,
te lo he visto entre la risa.