La huida del mundo real

¡Modernícese!, gane a cualquiera a escuchar un compositor pop que no es pop verdaderamente pero que se vende en circuitos pop pero no es un peñazo de cantautor comprometido y que además lo conocen pocos, los suficientes para convertirlo en una rara exquisitez para una elite de entendidos pop; modernícese a toda costa y rigor, cambie sus hábitos, dróguese de diseño una vez, no importa la mala experiencia, el tema es sobrevivir para no quedarse con cara de póker cuando alguien habla del cristal-meth o de la ketamina; diga sí sí, claro, por supuesto, super bien, superafavor, divinamente, encantado, contentísimo, muy ocupado, modelazo, pedal, pedorro, eso es una mierda pinchada en un palo!, que desastre, pobrecilla, ay joder, qué lástima, no me lo puedo creer, bueno, ya se verá, tú sigue así, no cambies, espero que te mejores, nos vemos, cuídate. Y borre su teléfono móvil, bloquee el messenger, y no la llame a no ser que haya decidido volver a hablar con la gente que dice exactamente cómo le va en la vida.

Etiquetas: Poesía, Teatro