La huida del mundo real
Blog de poesía y política
11.04.2006
Lo femenino
Dentro de los árboles,
la lluvia cae.
El paisaje: ciudad de cambios.
Seca,
la calle,
ya mojada,
decoraba la espera de aquel libro
en Madrid.
Y sin pudor,
las manos eran en mi cuerpo,
tentativas que la palabra
enfrentaba;
esa palabra intuida
de la boca soñada en beso
y que ahora inútil se desmorona
entre insinuaciones vanas.
Estoy entre dos sueños
y, ecuador de la esfera,
me llamo de dos lados
de afectos esquizoides;
mi mujer
se corre
a mi hombre
en un país imaginario.
Gotas minuciosas dibujan
una gran mancha sobre la piel:
en calma,
el animal del deseo
paseó por el recuerdo.
Sin testigos.
la lluvia cae.
El paisaje: ciudad de cambios.
Seca,
la calle,
ya mojada,
decoraba la espera de aquel libro
en Madrid.
Y sin pudor,
las manos eran en mi cuerpo,
tentativas que la palabra
enfrentaba;
esa palabra intuida
de la boca soñada en beso
y que ahora inútil se desmorona
entre insinuaciones vanas.
Estoy entre dos sueños
y, ecuador de la esfera,
me llamo de dos lados
de afectos esquizoides;
mi mujer
se corre
a mi hombre
en un país imaginario.
Gotas minuciosas dibujan
una gran mancha sobre la piel:
en calma,
el animal del deseo
paseó por el recuerdo.
Sin testigos.
Etiquetas: Poesía
:: León Sierra huyó a las, 17:50