La huida del mundo real
Blog de poesía y política
6.15.2007
De Película!
Por sorpresa nos hemos visto sentados en una butaca de los cines Abaco, del centro comercial Ciudad de los Ángeles, en una proyección de una película del director ecuatoriano Sebastián Cordero. El hecho se concreta gracias a la invitación de la Embajada del Ecuador y de un videoasta amigo, Javier Izquierdo, quien estaba además incluido en una mesa redonda que se celebró al día siguiente en la Casa de América y que trataba sobre el desconocido cine ecuatoriano; mesa redonda y proyección de dos películas, la estéticamente fallida 1809 - 1810 Mientras llega el día, de Camilo Luzuriaga y Crónicas, del novel, y veterano a la vez, Sebastián Cordero, han sido integradas en la VII Semana de Cine La Chimenea de Villaverde ya que este año se ha rendido tributo a la filmografía Ecuatoriana. Así, la cineasta Viviana Cordero (hermana del director de Crónicas), fue invitada para presidir el jurado de esta entrega, en la que ya había participado con su última creación fílmica Un Titán en el Ring, en 2004.
Crónicas es una gran película si lo que buscas es ver algo de acción e hiperrealismo del subdesarrollo; y hete aquí que su lado más débil se presenta como una exacerbación de la superficie o, si se quiere, un énfasis morboso en la estética de la pobreza. Este punto de vista artístico revela una política comercial de la que el director o no ha sabido liberarse o no ha podido hacerlo llamado por el gran público, máxime cuando ha producido gracias y en parte a una beca del Sundance Institute fundado por Robert Redford. Precisamente entre mis lecturas actuales está un interesante libro que delata los equilibrios y acrobacias metafóricas que tienen que hacer los directores, productores y distribuidores del cine de arte y ensayo producido en Norteamérica para entrar en un mercado al que rechazan pero del que no pueden escapar sino poniéndose etiquetas marca sundance y/o miramax (ahora mucho más sofisticadas y underground). Venias al poder, falta de posicionamiento político frente a su propia creación o lo que es peor, ausencia de conciencia política… PUBLICOTROPISMO. No puedo menos que señalar que aisladamente, enfocando el análisis a la creación fílmica ecuatoriana, este comportamiento queda velado por la ausencia de una industria cinematográfica o por la emergencia de la misma en los últimos años, pero no por ello puedo dejar de remarcar la distancia que existe entre valor artístico y renuncia mercantil.
En otro orden de cosas, es bueno mencionar que en Madrid, en la Biblioteca Nacional, se expone hasta el 26 de agosto, una colección impresionante del arte ecuatoriano que abarca más de seis mil años de expresión plástica en el Ecuador. Pese a no tener una museografía que explique los diversos estadios de desarrollo supeditado a relaciones de producción, ésta muestra, se orienta lúcidamente por un único parámetro -quizá exclusivamente positivista-, que es la forma, la expresión formal de la obra de arte. Esto hace que observemos piezas de artesanía precolombina o artefactos de ritual cristiano de la colonia como piezas de exclusivo valor artístico (lo que limita un análisis de las causas y principios). No obstante, si se tiene un conocimiento previo de las escuelas artísticas y de las vanguardias sumado un pequeño conocimiento de la historia precolombina y la colonia (es decir todo) se puede admirar con entusiasmo una obra extraordinaria.Etiquetas: Audiovisual, Bitácora, Películas



