La huida del mundo real

Obstinadamente, el rugir del mar se lame las heridas en la playa y el sol, imitándote, lanza un parco sopor sobre estos días.
Insistentemente, el alargar de los brazos duele.
Ergo: no sé si funciona esto, no lo sé.

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Tres jactancias azules con ojos y boca asombrada hacen malabares con palabras llamadas llaves, signos, fuentes; y lentamente el poeta abre sus ojos, regresa su mirada y en cámara lenta, ve un dejavú: la imagen preciosa de la posibilidad en tres puntos diferentes de este universo de sombras. El ayer. El hoy. El mañana.

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Eres incrédulo y tu sonrisa se vuelve papel.

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Uno

Sólo por rozar la magia, los férreos desiertos crecen en las palabras, la imaginación cae seducida por la gracia y los dedos se paralizan; en el butacón él mira (sobrepasado), la imagen feroz del futuro; piden ayuda sus cejas, late el abrupto corazón desvencijado y poco a poco el opio envuelve con sonrisas.


Dos

Los dos, dormidos de cariño se miran, se palpan, y navegan a la deriba, ignorantes; ya Kavafis se revuelca en su descanso y todas la Itacas gritan por parar la nave hueca, ya no hay viento posible más que el posible viento de sus labios, la diosa voluntad está adormilada.

¡Que alguien la despierte!

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No sabe por qué, aún, el cariño tiene un intenso desabrido sabor. No entiende por qué los silencios y los tedios se apoderan como monstruos de la nueva etapa, el nuevo ciclo, el regresar a inventar(se).
Los dos hombres, entre sábanas de seda sueñan que vuelan por los sueños deseados; poco a poco el dolor de espalda vuelve y él se queda dudando del camino reabierto, como cuando de niño, a caballo, seguía una ruta flanqueada por los guías que abrían cercas de alambres de púas, siempre el acto repetido de abrir la cerca, siembre un acto nuevo una invasión a un mundo diferente.
Dos niños inventándose la vida, dos niños mintiéndose para no dejarse: el juego de la vida donde toca mover ficha.
Un cielo se oscurece por momentos, las tareas se acumulan en la mesilla de noche... las dudas.

Etiquetas: Poesía

Ésa es la salida.
Una cuidad, un complice. Y ganas... o astío.
Tu voz era un susurro,
tu abrazo me recordó largos perdones maternales, deseados.
Besos silenciosos de complicidad y calor de hombre.
Recuerdo los bises de las manos repitiéndose en la espala negra.
Arriba, en la nube, los dos volamos el cariño.

Etiquetas: Poesía

Pos nada, que voya dejar este blog para mis entradas más creativas, para los que quieren seguir leyendome en mi faceta más literaria, para la bitácora he creado La hura del Camaleón. He abierto un Fotolog, para poner todas la fotitos que saque con mi nueva cam, se llama Dibujo de piedra y los links los tenéis a la derecha, encima de la foto, he porcurado manter los links, ya ré cambiando por iconos los que están con letras solamente. Y cuando tenga tiempo posteo el poema por el que soy un camaleón y el dibujo de piedra y etc, etc, etc...

Salud!

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gotas que detienen en paréntesis al verano tortuoso de esperar (te) (me) (nos), adivinar (te) (me) (nos).
Te me nos = te menos?
Té de hierbabuena: me dás nostálgia de sabor a chocolate con pasas.
Y el fuego crepita en las rodillas,
y el calor son tus brasas,
que como dagas,
vuelan sobre mí.

Etiquetas: Poesía

Sus ojos han mojado dos servilletas simétricas cuando aquella camisa se abría del calor. Su pelo, ha dibujado caricias que otros dedos no han podido recoger, su vientre nació inerte, sólo se llena de amor. Está feliz, pero está solo. Lentamente la luna que mengua se cuelga de un rincón del cielo y se maquilla de la más moderna contaminación, roba su mirada y provoca espasmo; lentamente, baja su cabeza para abotonarse los pantalones sin tristeza, la hora feliz es efímera, se acabó, cien euros en la mesa del recibidor lo recuerdan.

Etiquetas: Poesía

Jorge se desviste mientras Egroj está abriendo los ojos dentro de su cuna de plumas, simultáneamente se sientan y en un suspiro de tiempo hacen el mismo gesto con sus manos al restregarse los ojos, luego todo es cotidianidad, café, besos y lágrimas; viven los momentos que tienen que vivir cada cual en cada lugar y los lugares remotos de los sueños y pesadillas que al uno y al otro le ocurren a la vez; ojos abiertos o cerrados, las pupilas locamente desesperadas procuran encontrar una hendidura en la pantalla de la vida, así, todos los días.
Los dos corazones laten igual, los dos secretan humores paralelamente, solo una cosa no pueden hacer, hay un solo impedimento mágico en su devenir: conocerse. A cada paso que Jorge da, le sigue otro del Egroj en sentido contrario, su acercarse es un alejarse al tiempo y salvajemente se los ve perseguirse por el mundo, como los ciclistas en las competencias a pista cerrada.

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Abrió su casa con el mismo gesto con el que abre la nevera todas las mañanas pero no encontró rastro de él, todas las pequeñas trampas que se había puesto, las cosas que todavía se escondían a los ojos, terminaron por irse, con voluntad y sin ella; en el paisaje desierto de su vida actual, solo recuerdos, momentos fotograma de cómo se levantaba él y tomaba su nesquik, con los ojos dormidos y los pelos revueltos. Ahora, con pelos revueltos, sueñan los dos con compartir momentos, es una bonita historia de dos hombres de luz.

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